Don Giovanni – Yelmo Cines

WOLFGANG AMADEUS MOZART

Don Giovanni

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La más famosa 

tragicomedia de Mozart.

El director ganador del premio Tony de A View from the Bridge y West Side Story de Broadway, Ivo van Hove, hace un gran debut en el Met con una nueva versión de la tragicomedia de Mozart, replanteando la historia familiar de engaño y condenación en un paisaje arquitectónico abstracto y brillante, una luz en los rincones oscuros de la historia con sus personajes. La maestra Nathalie Stutzmann hace su debut en el Met dirigiendo un elenco repleto de estrellas encabezado por el barítono Peter Mattei como un Don Giovanni magnético, junto con el Leporello del barítono bajo Adam Plachetka. Las sopranos Federica Lombardi, Ana María Martínez y Ying Fang forman un trío superlativo como las conquistas de Giovanni —Donna Anna, Donna Elvira y Zerlina— y el tenor Ben Bliss es Don Ottavio.

  • Compositor Wolfgang Amadeus Mozart
  • Libretista Lorenzo da Ponte
  • Cantada en Italiano
  • Subtítulos Castellano
  • Duración 3 horas y 16 minutos aporx.

Reparto

  • Conductor Nathalie Stutzumann
  • Donna Anna Federica Lombardi
  • Donna Elvira Anna Maria Martínez
  • Don Giovanni Peter Mattei
  • Don Ottavio Ben Bliss
  • Zerlina Ying Fang

Sinopsis completa

ACTO I

Sevilla, siglo XVI. Leporello monta la guardia en plena noche, delante del palacio del comendador. Está descontento con su trabajo de criado para el aristócrata Don Giovanni (Introducción: “Notte e giorno faticar”). De repente, la hija del comendador, Doña Ana, sale corriendo del edificio, forcejeando con el enmascarado Giovanni. Sus gritos despiertan a su padre, quien reta a Giovanni a un duelo y muere en el combate que sigue. Giovanni y Leporello escapan. Ana corre a buscar ayuda y regresa con su prometido, Don Octavio. Cuando descubre el cuerpo de su padre, hace que Octavio le jure vengar su muerte. Por la mañana, Giovanni y Leporello se encuentran por casualidad con una de las antiguas conquistas de Giovanni, Doña Elvira, desesperada porque éste la traicionó (“Ah! chi mi dice mai”). La reconoce demasiado tarde para poder escapar desapercibido, así que ordena a Leporello que le dé una explicación. Leporello le dice a Elvira que ella no es la primera, ni la última mujer, victima de Don Giovanni, y le muestra el catálogo que guarda con el nombre de cada una de las mujeres que Giovanni ha seducido (“Madamina, il catalogo è questo”). Unos campesinos celebran la boda de Masetto y Zerlina. Atraído por la novia, Giovanni invita a los convidados a su palacio, y los envía a todos hacia allí, excepto a Zerlina. A solas con ella, le dice que está destinada para una vida mejor, y le promete casarse con ella (Dúo: “Là ci darem la mano”). Cuando se disponen a salir hacia el palacio, aparece Elvira y advierte encarecidamente a Zerlina sobre su pretendiente (“Ah, fuggi il traditor!”), antes de llevársela. Entran Ana y Octavio y le piden ayuda a Giovanni para encontrar al asesino del comendador. Entonces, entra Elvira de nuevo y le dice a Ana que no se fíe de Giovanni, quien afirma que Elvira está loca. Ana y Octavio se preguntan a quién creer (Cuarteto: “Non ti fidar, o misera”). Cuando Elvira se retira corriendo, seguida de Giovanni, Ana reconoce de repente la voz del asesino de su padre. Destrozada, pero decidida, le pide a Octavio una vez más que se vengue en su nombre (“Or sai chi l’onore”). A solas, Octavio reflexiona sobre su amor por Ana y se pregunta cómo devolverle la paz (“Dalla sua pace”). Giovanni le dice a Leporello que se prepare para beber y bailar toda la noche (“Fin ch’han dal vino”). En el jardín del palacio de Giovanni, Zerlina le pide a Masetto que la perdone. (“Batti, batti, o bel Masetto”). Al escuchar la voz de Giovanni, ella se pone nerviosa, despertando de nuevo las sospechas de Masetto. Entra Giovanni y conduce a Zerlina y Masetto al interior. Ana, Elvira y Octavio aparecen enmascarados, y Giovanni le pide a Leporello que los reciba. En el salón de baile, Giovanni baila con Zerlina y, mientras Leporello distrae a Masetto, la lleva a la habitación de al lado. Cuando grita pidiendo socorro y vuelve corriendo al salón de baile, Giovanni acusa a Leporello. Ana, Elvira y Octavio se quitan las máscaras y junto con Zerlina y Masetto, acusan a Giovanni. Aunque sorprendido por un momento, éste consigue desconcertarlos y escapar.

ACTO II

Leporello amenaza con dejar su trabajo de criado, pero cuando Giovanni le ofrece más dinero, cambia de parecer. En la oscuridad, los hombres intercambian sus sombreros y abrigos debajo de la ventana de Elvira. Leporello, con la ropa de su señor, se lleva a Elvira, permitiendo que Giovanni le dé una serenata a su doncella. (“Deh, vieni alla finestra”). Cuando llega Masetto con un grupo de campesinos que ha reunido para perseguir a Giovanni, éste, disfrazado, los separa y los envía en direcciones diferentes. Después le da una paliza a Masetto y se va. Zerlina encuentra a su prometido magullado, y lo reconforta (“Vedrai, carino”). Más tarde, esa noche, Leporello, al que Elvira todavía toma por Giovanni, es sorprendido por Ana, Octavio, Zerlina y Masetto, que acusan al supuesto Don Giovanni, a pesar de las protestas de Elvira. Temiendo por su vida, Leporello revela su verdadera identidad y huye. Octavio declara que se vengará de Giovanni y pide a los demás que cuiden de Ana (“Il mio tesoro”). Elvira piensa en la traición de Giovanni, a quien ama todavía a pesar de todo (“Mi tradì quell’alma ingrata”). Leporello encuentra a Giovanni en un cementerio. Mientras habla de su última conquista, Giovanni es interrumpido por la voz de la estatua en la tumba del comendador. La voz le previene de que por la mañana, ya no reirá más. Giovanni obliga al aterrado Leporello a invitar a la estatua a cenar (Dúo: “O statua gentilissima”), y la estatua acepta. Octavio le pide nuevamente a Ana que abandone el luto y se case con él, pero ella le dice que no puede hacerlo hasta que la muerte de su padre haya sido vengada (“Non mi dir”). Leporello sirve la cena en el palacio de Giovanni. Elvira entra, y desesperada, trata de convencer a Giovanni por última vez de que cambie de vida, pero éste se limita a reírse de ella. Elvira se va corriendo. Alguien llama a la puerta, y entra la estatua. Giovanni la saluda mientras Leporello se esconde debajo de la mesa. La estatua le pide a Giovanni que se arrepienta (“Don Giovanni, a cenar teco”). Cuando él se niega rotundamente, es consumido por las llamas. Elvira, Ana, Octavio, Zerlina, Masetto y Leporello aparecen, contemplando su futuro y el sino de un hombre inmoral (“Questo è il fin di chi fa mal”).